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http://elmundodedoodo.wordpress.com/2009/04/27/las-cuevas-de-rolando-guadix/
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Bien, en todo esto, ¿Alguna vez alguien le preguntó a un perro como se lo pasó en sus vacaciones?
Soy diseñador gráfico (o lo intento) y, ¿saben que? Opino que todo lo que dije esta bien, plantearlo y demas, tenerlo en cuenta... Pero, estas ideas salen de la nada, no atienden a razones. ¿Ustedes son solo espectadores de un circo que yo dirijo e intento hacer que todo salga de cierta manera para arrancarles sus aplausos o admiracion de algun modo.
Mi explicacion: "estaba en la recepcion.. y pasaron 2 familias a despedirse... las 2 tenian animal de compañia (Un perro en ambos casos), y se sucedian frases como: ¿cuando volveis? ¿que tal lo pasasteis? etc etc... ¡¡porque nadie le pregunta al perro!! ... con esos ojos, moviendo el rabo... seguro que el fue el que mejor lo pasó de todos, y su historia nunca queda reflejada...
Solo por el mero echo de que algo sea reconocido, y de paso, recordar que aqui todos tienen su posible Cueva de Rolando... porque unos vienen a descansar, otros a disfrutar, otros de turismo... y ellos, sea como sea, tambien vienen.
Guauf, guauf!! grrr...
"Magia”, así se llama el nuevo documental de la comarca de Guadix impulsado por el GDR y realizado por AT Producción, que se presentó el 28 de mayo en el Teatro Mira de Amescua de Guadix y que contó con la participación de numeroso público.
A través del documental “Magia” el espectador puede sumergirse durante sus ocho minutos de duración en la historia, tradiciones, paisajes y características específicas de la comarca de Guadix, a través de imágenes sorprendentes y una banda sonora de gran calidad. El audivisual ha tenido un periodo de elaboración de más de un año y servirá para promocionar la comarca de Guadix como destino turístico emergente, haciéndola más atractiva a través de su gran riqueza natural y cultural y gracias a su potencial como zona de ocio y diversidad.
Ha sido curioso como hoy, una de las tantas familias que ahora en verano se animan a visitar las cuevas, se han quedado sorprendidos ante el fresquito que te golpea suavemente la cara nada mas entrar.
Me ha encantado ver sus caras de sorpresa, puesto que era "su primera vez" en una cueva, y realmente no sabían la sensación que se tenia. Y en ese momento he pensado que me encantaría tener una Polaroid para poder hacer la típica foto sorpresa justo cuando entren y después darsela.
Algunas personas se quedan perplejas mirando la altitud de algunos techos abovedados, o con cara de asombro mientras pasan la mano por la pared de arcilla, rugosa.
Otras muchas, sobre todo nuestros visitantes extranjeros, no dudan en echarse fotos ante las fachadas imponentes y las típicas chimeneas. Y escuchan atentamente mientras les enseñas una cueva, la historia que tengas que explicarle. Incluso a veces no entienden que se pueda dormir tan bien allí dentro.
Y es que, no es por barrer para mi puerta, como se suele decir, pero no es el primer ni el último comentario que tenemos en los libros de visitas, haciendo alusión a las enormes siestas que se dan las tardes de verano, lo bien que se está en invierno, con la chimenea, o lo tranquilos que han dormido ese fin de semana, sin pasar calor, y sin escuchar roncar al vecino del segundo, dicho sea de paso :)
Y hablando de invierno.... hoy he estado echando un vistazo a las fotos de nuestro amigo Khortes Magan, y sus fotos de las nevadas accitanas, y de repente me ha entrado una extraña añoranza por el invierno, la chimenea, venir de la calle helada de frio y que se me empañen las gafas al entrar en la cueva... y salir las tardes de domingo cuando el viento es caprichoso en darle formas a las nubes, colocarle el polarizador a la cámara (si, soy una friki de la fotografía) y dejar que éste juegue con los colores del atardecer de alguna manera.
Será que ya me he cansado de tanto verano, olas de calor, atascos y dormir en mi piso de Granada capital con la ventana abierta a más no poder, y escuchar, repito, al del segundo roncar....
Será....
Mientras tanto, me conformo con estirarme de vez en cuando en el césped de la piscina, con las cuevas observandome, y hacerme de un buen libro para pasar las horas, mientras escucho mil pajaros, y me tuesto al sol.
Un saludo enorme.
Irina
En mi, hace millones de años se cobijaban los hombres de Neandertal, por ejemplo, hacian pinturas, criaban a sus familias dentro de mi. Puesto que mi material impermeable, les cobijaba de todo, frio, calor, humedad, tampoco pasaba la lluvia a través de mi tierra en los grandes chaparrones. A veces habìa que hacer una hoguera, si era el duro invierno, y sólo con ésto podían calentar mi interior, y mantenerlo así muchas horas.
Otras veces ni siquiera era necesario.
Pero bueno, me dejo de rollos, que seguro que estais deseando conocerme. Yo soy sólo una montaña, una humilde montaña que hace más de 100 años, en mi interior, alojaba viviendas para pastores, trabajadores del campo y algunas cuadras. Después, hubo un periodo de tiempo, no sabría decidir cuánto, en el cuál nadie vivía en mi. Entonces fué cuando las personas, empezaron a descubrir que casas "de mi estilo" eran todo un lujo, por sus caracteristicas, por sus techos abovedados, por conservar siempre la temperatura de 18-20º sea invierno o verano.
Y un día una pareja se fijó en mi, pero no como el resto de la gente lo hubiera hecho, ellos veían en mi algo más, algo que dar a conocer al mundo, puesto que creían que tenían un tesoro enorme, y que la gente debía conocerlo.
Y así fué como empezaron a arreglar mi interior de una forma diferente, confortable y original, le dieron colores a mis paredes que yo nunca había visto en montañas como yo, en sitios como el que yo albergaba.
Entonces empecé a escuchar voces, voces de personas que me alababan, risas, personas que se divertían dentro de mi, algo que me provocaba un cosquilleo enorme, y una felicidad digna de ser contada. Y poco a poco fueron conociéndome más y más personas, por las cuales hoy estoy aquí escribiendo éstas palabras...
Y desperté, alcé los ojos y me di cuenta de que nunca había visto bien lo que había a mi alrededor, toda esa belleza, todos esos árboles y plantas, flores, que ellos, Maria y Roland, habían dispuesto alrededor mío para hacerme mas linda, si cabía. Todos esos pájaros que con sus cantos me alegraban las mañanas. Y miré mas allá, y pude ver un bosque grande de pinos, que a su vez era abrazado por tierras rojas, arcilla que se tornaba de un precioso dorado al atardecer, y tras él, se alzaba Sierra Nevada majestuosa, blanca y pura. Entonces comprendí que era primavera y que pronto todas las montañas como la mía acabarían siendo visitadas por personas de medio mundo, atraidas por lo extraño y lo bello a la vez que podemos ofrecerles.
Queriendo descansar en mi interior, en silencio, como si nada más importase....
Y supe que tenía que contarselo al mundo. . . Debía seguir en contacto con todas esas personas que un día nos hicieron felíces, a mi y a mis queridos dueños.